martes, mayo 27, 2008

Buenos Aires

Entre manos te tengo
como una dulce niña.
Tan hermosa eres
como un cristalino río.

Estas tan maquillada
por las luces de tu alma
envuelta en venenos
que destruyen tus cielos.

Tan puro tu aire
contaminado por el motor
que mueve a este humano
que no deja de pensar

Nunca duermes
en tu búsqueda de acción
en la oscuridad
te acobijas para escapar.

Sueños nacen al volverte a ver
como la brisa fría
que recorre tu cuerpo;
en este día estas contenta.

Y mañana con el sol en tu rostro
percibirás un nuevo amanecer,
me verás dirigirme hacia ti
con miles de sueños que cumplir.

Espérame, estoy a punto de partir.